Pensaréis en los gigantes del océano como las ballenas, o quizás en árboles como las sequoyas, elevándose a más de 70 metros del suelo. Pero para encontrar al ser vivo más grande, debemos buscar en el interior de la tierra, donde sus micelios se extienden hasta alcanzar kilómetros. Os hablo del hongo de la miel o Armillaria, su seta puede ser comestible si se cocina bien, pero para el bosque es un patógeno que puede ser muy destructivo, pues produce la enfermedad de la podredumbre blanca, que ataca las raíces de los árboles. El mayor ejemplar encontrado mide hasta 3.8 kilómetros de largo y tiene una extensión de 890 hectáreas. Además, ¡tiene más de 2000 años! Podemos considerarlo un solo organismo ya que tiene células genéticamente idénticas que pueden comunicarse, coordinarse entre ellas y que poseen un propósito común.
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